jueves, 7 de diciembre de 2006

Pastel de carne tierna

Erase una vez una casa en el bosque
los niños iban allí a tomar golosinas,
la bruja maligna estaba de vacaciones,
asistiendo a un Simposium de Hechicerías.

Estaban en la casa hasta caer la noche,
a Mefisto el gato le hacían perrerías,
jugaban escondiéndose por todos los rincones,
seguros de que ella en regresar tardaría.

La bruja retornó con el alba del día,
encontró la puerta abierta y su escoba partida,
el gato reventado,la casa saqueada,
y de las golosinas no había quedado nada.

La bruja intuyó entonces lo que había sucedido
y comenzó a buscar,con calma,en su bolsillo.

Sacó un vara larga de madera de chopo
y apretando los dientes y guiñando un ojo,
gesticuló en el aire con la susodicha vara
susurrando muy bajo unas palabras muy raras.

Mientras esto ocurría, en la ciudad cercana
los niños se elevaban,dormidos,de sus camas
Sus cuerpos hechizados salían por las ventanas,
directos hacia el bosque,flotando en la mañana.

Todas las golosinas de la bruja malvada
con un ungüento mágico habían sido rociadas
y por arte del ungüento ahora los transportaba
con su poder nefasto,de nuevo,hacia su casa.

Sintiose satisfecha y se regocijaba
viendo a los angelitos que durmiendo llegaban
y mientras la receta en su mente se gestaba:
Pastel de carne tierna comería esa mañana.

2 comentarios:

Zomas Osborn dijo...

escríbete algo, ¿no?

Funerino dijo...

Ahí va, espero que te guste...